Los Contemporáneos fueron un grupo de poetas que instauraron una nueva etapa para la literatura de México: el vanguardismo. El nombre de Contemporáneos fue porque así se llamaba la revista que crearon (1928-1931). Al principio sólo estaban varios escritores que habían rodeado a Vasconcelos y poco a poco se fueron integrando más, como Carlos Pellicer, Bernardo Ortiz de Montellano, Octavio G. Barreda, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza, al grupo también pertenecían Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, entre muchos otros.
Se caracterizaban por una preocupación exclusivamente literaria que no buscaba involucrarse en los problemas que acontecían en el país, como lo fue la literatura de la Revolución. Los Contemporáneos sólo tenían el deseo de hacer una escritura diferente en la que se notan más los sentimientos e intereses íntimos de cada autor. Tenían afinidad por la literatura moderna francesa y española. Asimismo también leían autores ingleses, estadounidenses, italianos y rara vez hispanoamericanos.
Varios de los integrantes del grupo se dedicaron al teatro y otros se sintieron atraídos por la pintura, de hecho varios artistas plásticos se formaron en torno a los Contemporáneos y ofrecieron una pintura más moderna y renovada, como Rufino Tamayo, Julio Castellanos, Miguel Covarrubias, María Izquierdo, Agustín Lazo, Carlos Mérida y Carlos Orozco Romero.
Si bien el grupo de escritores no se limitó a un género literario, sí tuvieron predilección por la poesía, en la que se percibe su experiencia cultural y búsqueda por la perfección e innovación. A pesar de esto, en su momento fueron muy criticados porque de alguna manera vivieron separados de la realidad del país, ellos eran unos dandis intelectuales que lucían atuendos elegantes y frecuentaban los cafés.
Sin lugar a dudas y pese a las burlas que varios integrantes recibían por sus letras, su comportamiento o su homosexualidad, los Contemporáneos representan un periodo importante para la literatura mexicana, porque se convirtieron en la base que muchos escritores retomarían para hacer sus obras.