Carlos Fuentes



Nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928 y murió en la Cd. de México el 15 de mayo de 2012. Carlos Fuentes es considerado uno de los escritores mexicanos más importantes del siglo XX; hizo novelas, cuentos, ensayos, obras de teatro, guiones de cine y colaboró en destacados diarios del mundo. También fue crítico de historia, artes plásticas y política.

Fuentes estuvo muy cercano a la política desde pequeño, ya que su padre era diplomático y tenían que mudarse con frecuencia a diferentes países como Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Chile y Argentina. Hasta los 16 años regresó a México, estudió el bachillerato y se inició como colaborador en la revista Hoy. Posteriormente se graduó en Derecho por la UNAM y en Economía por el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.

Gracias a Octavio Paz, ingresó como miembro al Colegio Nacional. Fuentes destacó también como delegado de México en organismos internacionales y de 1972 a 1976 fue embajador del país en Francia. Fue profesor de diversas universidades, entre ellas Harvard y Cambridge.

El papel de Carlos Fuentes en la política fue muy importante, porque constantemente escribía artículos acerca del gobierno y situaciones de actualidad. Varias de sus actividades sirvieron mucho al país, pero otras lo llevaron a fuertes polémicas, tal como la defensa que hizo de Luis Echeverría ante las acusaciones que le hacían por la matanza de Corpus Christi del 10 de junio de 1971.

Algunas de sus obras más famosas son: La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz, Aura, Cambio de piel y Tierra Nostra. Fuentes recibió numerosos premios y reconocimiento, entre ellos el Premio Rómulo Gallegos y Príncipe de Asturias de las Letras. Además fue nombrado gran oficial de la Legión de Honor y Caballero gran cruz de la Orden de Isabel la Católica.

Aura

Si algo caracteriza a la obra de Carlos Fuentes es que mezcla elementos de distintas culturas a través del lenguaje, el tratamiento histórico intercalado con mitos hispánicos y prehispánicos, y un estilo que combina realidad y fantasía.

Aura fue publicada en 1962, mismo año en el que está ambientada la historia en la Ciudad de México. La novela comienza cuando Felipe Montero, un joven historiador, encuentra un anuncio en el periódico donde solicitan a alguien para que organice las memorias de un general y puedan ser publicadas. Así que Felipe asiste a la calle Donceles 815, lugar donde solicitan empleado. Cuando ingresa a la casa se encuentra con Consuelo, la viuda del general, quien le provoca cierta desconfianza, tanta que lo hace dudar en quedarse a vivir ahí, pero su opinión cambia cuando conoce a Aura, muchacha de ojos verdes y cabello negro. Su belleza hace que Felipe se enamore de ella, al grado de querer llevársela de la casa para salvarla de su tía Consuelo, pero tras el encuentro de unos documentos del general, el análisis de los movimientos de la joven y la anciana y la relación romántica que tiene con la muchacha, Montero descubre que Aura y la viuda son la misma persona.

Aura es sinónimo de fantasmas y hechos sobrenaturales que se mueven en el tiempo y el espacio. La narración se ve atrapada en constantes paradojas de lo real y lo onírico, de la fantasía y la imaginación. A esto se une la exquisita estructura de la narración en segunda persona.

Es importante resaltar que la novela está llena de elementos simbólicos que en apariencia sólo sirven como parte de la ambientación, pero en realidad van aportando significado a la trama y sobre todo a la conformación de un espacio tétrico y estremecedor. Así vemos por ejemplo muebles antiguos, paredes con humedad, muros empapelados de oro y oliva, veladoras e imágenes sacras, que en combinación con la brujería, el erotismo, la seducción y los dobles, hacen que la novela sea terrorífica.

Aura muestra cómo los personajes quedan atrapados en la jaula de sus emociones, llevándolos a cometer locuras de las que ellos mismos son víctimas y victimarios. Como Consuelo y su esposo Llorente, quienes son los principales en perder el control y quedan enclaustrados en un círculo vicioso que los hace ir de la juventud a la vejez, hasta alcanzar una encarnación equivocada y obsesiva. 



Los días enmascarados

Publicado en 1954, es el primer libro de Carlos Fuentes e incluye seis cuentos fantásticos: “Chac Mool”, “En defensa de la Trigolibia”, “Tlactocatzine, del jardín de Flandes”, “Letanía de la orquídea”, “Por boca de los dioses” y “El que inventó la pólvora”.

Desde estos primeros cuentos de Fuentes, ya hay indicios del estilo que permanecerá en casi todos sus libros. Por ejemplo en “Tlactocatzine, del jardín de Flandes” vemos un desarrollo narrativo muy semejante a Aura, pues al igual que en la novela prevalece la constante paradoja de la vida y la muerte o la convivencia de ambas, pues también identificamos a un hombre que tras llegar a una nueva casa misteriosa se encuentra con una anciana que poco a poco se convierte en una pesadilla, hasta que al final nos enfrentamos al sorpresivo desenlace: la anciana estaba muerta.

De igual forma, tanto en la novela como en el cuento vemos constantes palabras en otros idiomas, especialmente en francés, sin duda, influencia de la cultura que Carlos Fuentes adquirió cuando vivió en Francia. 



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