Reseña: Antes del silencio de Guadalupe Dueñas





Relatos de crueldad cotidiana y muerte

Vanessa Guadalupe Sánchez Dueñas

GUADALUPE DUEÑAS, Antes del silencio, Fondo de cultura económica, México, 1991.



Guadalupe Dueñas nació en Guadalajara, Jalisco el 19 de octubre de 1920 y murió en la Ciudad de México el 13 de enero de 2002. Confinada a la vida religiosa (que no está de más decir que odiaba) desde muy pequeña atiborraba sus diarios de sueños, invenciones y uno que otro poema, a pesar de que estos estaban destinados para sus oraciones y pecados. Este internado fue el detonante de su gusto por lo solitario y lo lóbrego, además de su afición a las prendas oscuras nos da como resultado sus cuentos cargados de características góticas.
En una ocasión llegó a mencionar: “Combino una melancolía de muerte con una capacidad para la risa que es de lo más sano [...] A pesar de estar triste, compro rosas.” Esta frase bien puede ser la descripción de su literatura tan particular de la autora, que la destacan como la mejor cuentista mexicana,  con una gran colección de cuentos cargados de finales oscuros e inesperados.
Su obra no es para nada extensa, con solo cinco libros publicados sus textos se caracterizan por su brevedad,  una plaquette editada e ilustrada por sus propios medios  fue lo primero que se publicó sobre Guadalupe Dueñas, después de eso, en 1958 Fondo de Cultura Económica público Tiene la noche un árbol, el libro más aclamado por la crítica con el que se ganó el renombre de extraordinaria prosista;   desgraciadamente tuvieron que pasar cerca de dos décadas  para que No moriré del todo (1976) viera la luz en las librerías, rechazado por los críticos que anhelaban  ver más de aquella literatura fantástica reflejada en su primer libro. Un año más tarde se publica Imaginaciones. A pesar de sus pocas obras publicadas, Pita Dueñas no era poco prolífica en cuanto a la escritura, esto lo sabemos gracias al trabajo exhaustivo que realizó Patricia Rosas Lopátegui, al  reunir en Obras completas, publicado por FCE;  cerca de 900 páginas contenidas de textos, poemas, colaboraciones en revistas y periódicos y varios textos inéditos, incluyendo una novela, con lo que se demuestra que Dueñas nunca dejó de escribir, a pesar de sus pocas publicaciones.
Se despidió de la literatura con  su antología de cuentos Antes del silencio (1991), volumen que ha sido el más criticado por los expertos, en él  encontramos cuentos más extensos (a pesar de ya conocerla por su brevedad) escritos a la perfección con las más variadas temáticas como lo es la crueldad, la venganza, el incesto, el suicidio, lo sobrenatural, la locura, la vejez, la obsesión, y sin duda alguna el elemento más predominante: la muerte en todas su variaciones, ya sea por enfermedad, a manos de muñecos asesinos, por venganza pasional y por suicidios.
Cada uno de los cuentos está situado en momentos de la vida cotidiana, un cumpleaños, unas vacaciones, una visita, una plática casual, un paseo bajo la tormenta o incluso una reprimenda a los niños por parte de sus padres, que en este caso en particular desata una maldad infantil temida e impactante.
Lo gótico y siniestro radica en los giros poco inesperado de los acontecimientos, lo raro y en ocasiones sobrenatural. Gracias a sus minuciosas descripciones podemos indagar y hacernos una idea sobre el desenlace de la historia, lo que ayuda al lector a ir adentrándose en un suspenso entretenido, dando pie a los finales con atmosferas grotescas, sombrías y en  algunos casos tan bestiales como sus personajes.
 Tal es el caso de “La sorpresa”, cuyos personajes nos sitúan en este ambiente de tensión y suspenso, algo que no acaba de encajar predomina en la atmosfera hogareña, todos lo perciben excepto uno de ellos, confiando en la cordura de ese personaje y asegurándonos de que nada insólito ocurrirá, atribuimos este hecho a la imaginación tan basta que tienen los niños y a la particular terquedad de un adulto, sin embargo el final es tan fatídico como se presiente al inicio del cuento.
Guadalupe Dueñas hace uso de un discurso fantástico para exponer las preocupaciones más serias y cotidianas de la vida, de encontrar la maldad en hechos que parecen de lo más normales y darle ese twist fantasioso y sobrenatural digno de recordarse en cualquier cuento.
En sus cuentos no predomina un solo tipo de personaje,  en sus invenciones encontramos una amplia gama: niños, ancianos, solteras, moribundos, mujeres afligidas, trastornadas, adulteras; hombres desesperados, atormentados,  etc. Con esta gran variedad nos proporciona imágenes siniestras que en ocasiones se salen del parámetro acorde al personaje “normal” que nos hace creer que es.
Sin duda alguna, Guadalupe Dueñas nos transporta a estas locas invenciones normales pare alguien que tenía a un padre que gustaba de cazar gatos con su rifle para posteriormente devorarlos. Este estilo gótico se le puede atribuir mayormente a su infancia, cuya imaginación siniestra nos da como resultado relatos de crueldad cotidiana y muerte.

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