Fue una de las más destacadas cuentistas, nació en Culiacán,
Sinaloa el 20 de marzo de 1928 y murió el 2 de noviembre de 1989 en la Ciudad
de México.
En 1947 se inscribió en la Facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM en México, D.F., para seguir una licenciatura de
Filosofía, pero vivió una crisis espiritual causada por las lecturas de Friedrich Nietzsche y Søren Kierkegaard y por el ambiente ateo de
su entorno, lo que la llevó a tener deseos de suicidarse, porque "la vida
sin Dios no tiene sentido", su médico le aconsejó cambiar de materia, de
modo que en 1948 empieza la carrera de Letras Hispánicas, carrera que terminó
en 1950 con una tesis sobre "Sentimientos e ideas políticas y sociales en
el Teatro Mexicano de 1900 a 1950". Entre 1950 y 1951 estudió Arte
Dramático, y en 1953 tomó un curso de Biblioteconomía.
Su obra está compuesta por 34 relatos que integra sus tres
libros: La Señal (1965), Río subterráneo (1979), con el que obtuvo el Premio
Villaurrutia y Los espejos (1988) y un cuento para niños titulado Historia verdadera de una princesa (1984).
Sus narraciones marcan un parteaguas
en la literatura mexicana, especialmente en la escrita por mujeres, porque
abordó temas delicados para la sociedad mexicana, sobre todo, hizo énfasis en
las relaciones familiares y de pareja. Sus relatos siempre cuestionan los roles
y ponen en abismo los valores tradicionales para subvertir la moral al uso y
contravenir el statu quo. No sólo profundizó en asuntos como el erotismo, la
locura, la muerte, la perversión, el amor, la pasión, el voyerismo, la pérdida
de la inocencia, la infidelidad y la traición, sino que denunció esos
“secretos” ocultos, inherentes a muchas familias mexicanas de entonces y de
hoy, como el abuso sexual, el maltrato de los padres a los hijos, el
autoritarismo, el machismo, el aborto, el incesto y el bullying, entre otros.
Mariana
Mariana
Esta narración es casi un retrato
costumbrista de Culiacán, trata de un amor prohibido, de una joven que solo
quiere ser libre. El núcleo principal de la relación se basa en la violencia para llegar al placer,
por lo que se incluyen bastas descripciones sensoriales. Sin embargo, lejos de
parecer una relación enfermiza de obsesión y celos, el sentimiento más
relevante resulta ser el del dolor, un dolor singular que surge de la inasible
indiferencia de la mirada de su esposa, con quien aun estando comprometido
legal y religiosamente, no logra ejecutar la conexión personal que tanto anhela.