Francisco Xavier Robles
Molina es un Guionista, argumentista, escritor y actor. Nació el 25 de febrero
de 1949 en Teziutlán, Puebla.
Su inicio en el mundo de las letras puede ser considerado tardío ya que fue a partir de 1969 que comenzó escribiendo periodismo cultural y político, en ese mismo año ganó el segundo lugar en un concurso de cuento de la revista “Punto de partida” con su texto “Brenda”. Bajo el seudónimo de Aníbal Palacio publicó Los robos más sensacionales de la historia.
Fue coautor de uno de sus mejores guiones Las Poquianchis, dirigida por Felipe Cazals,
en 1976, quien en ese mismo año dirigió El
apando y Canoa. Aunque tiende a creerse que la película está
inspirada en Las Muertas (1977) de
Jorge Ibargüengoitia, el filme y esta novela sólo tienen en común el hecho de
haberse inspirado en el caso de las hermanas González Valenzuela.
Ha escrito unos cien libros
cinematográficos, pero solo se han filmado poco más de 30, de los
cuales sobresalen: ¡Qué viva Tepito!, esta producción no sólo
marca la presentación de Robles frente a la sociedad de escritores y
guionistas, sino que se encumbra como uno de los más constantes y mejores.
Bajo la metralla de 1983 trata
de un grupo de guerrilleros que planean el asesinato de un funcionario del
gobierno, pero nada sale bien y el líder de la banda se ve obligado a
secuestrarlo. Los días siguientes los pasan encerrados y con varios problemas
por resolver. Uno de los objetivos de la cinta es la de intentar mostrar la realidad
de los conflictos armados y del caos que se puede ocasionar en tales
situaciones.
En 1985 Los motivos de luz de 1985 ganó
la Concha de Plata en el XXXIII Festival Internacional de Cine de San
Sebastián en España, esta cinta marca nuevamente los cambios constantes que
a Xavier Robles le gusta experimentar y ahora se centra en Luz, una pobre mujer acusada de asesinar a sus cuatro hijos por lo que es
encarcelada, por lo que una abogada y una psicóloga intervienen para conocer
las verdaderas causas de los crímenes que le atribuyen. A partir de ahí
conocemos de manera íntima la personalidad de Luz y qué fue lo que la llevó a
hacer lo que hizo.
De su vida privada no se sabe mucho, es parte de la
personalidad del autor, Robles nunca ha querido ser un personaje público
dispuesto a ser el centro de atención, prefiere demostrar su talento y lo que
realmente sabe y ama hacer a través de sus palabras plasmadas en papel y más
tarde en la televisión o cine. Desde sus inicios Xavier Robles ha experimentado
en géneros, ha cambiado su forma de escribir de acuerdo a la situación, ha
trabajado con varios directores y guionistas, todas estas experiencias han
sumado un bagaje y acervo cultural que nadie le podrá quitar.
También ha incursionado en la
actuación, en la dirección y hace un par de años publicó una novela corta y un
libro de teoría de los géneros del teatro.
Rojo amanecer
Es
una de las obras más importantes del autor y lo hizo en compañía de Guadalupe Ortega.
En el formato de guión teatral se estrenó originalmente en
1991 bajo la dirección de Adam Guevara y es una pieza de dos actos y diecisiete
escenas. En cuanto al
libro cinematográfico fue dirigida
por Jorge Fons en 1989, que se convirtió rápidamente en ganadora de infinidad
de premios.
En una cita por Robles él explica por qué decidió
crear esa atmósfera:
Basados [Robles y Guadalupe Ortega] en experiencias de
películas 'encerradas' como Bajo la metralla o Los motivos de Luz, a nosotros se nos ocurrió que toda la acción de Rojo amanecer ocurriera en el
interior de un departamento, desde donde se pudiese ver y oír la represión. No
se ve ninguna escena en la plaza, pero el exterior juega un importante papel
con una serie de elementos sonoros muy sugerentes. Este fue el acierto de la
idea de producción y lo que hizo que la película fuese posible, barata y
filmable en términos de cine mexicano.
La mayoría de los escritos cinematográficos
de Xavier Robles tienen su sello distintivo, pero en las obras nombradas
anteriormente se puede notar un patrón: sucedían en lugares cerrados. Esta estética
hizo que sus películas fuesen más accesibles en términos de producción y por
ende realizables.